Autora: Siboney Robles
Coordinadora de Lúdica Lab Ciudad. @ludicalabcd
¿Es tu ciudad realmente inclusiva?
Jane Jacobs afirmaba que “Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todo el mundo, sólo porque, y sólo cuando, se crean para todo el mundo”.
Ahora bien, ¿crees que tu ciudad está diseñada para todas las personas que la habitan? ¿Se han considerado las necesidades de las infancias, las personas mayores, quienes se identifican como mujeres y disidencias, personas con discapacidad o movilidad reducida, personas cuidadoras y en situación de calle?
El derecho a la ciudad es un concepto que va más allá del acceso físico a los espacios urbanos; es una cuestión de justicia social y derechos humanos. Para garantizar plenamente, es fundamental asegurar la accesibilidad universal, un principio que busca eliminar barreras físicas, sociales y culturales, permitiendo que todas las personas puedan disfrutar y ejercer sus derechos en entornos urbanos diseñados para todas y todos.
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La accesibilidad universal como pilar del derecho a la ciudad
El derecho a la ciudad implica la garantía de condiciones equitativas para acceder a bienes, servicios y oportunidades en un entorno urbano. Para lograrlo, es indispensable adoptar el enfoque de accesibilidad universal, definido por la RAE como “la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones de seguridad y comodidad, de la forma más autónoma y natural posible” 1 (RAE, 2024).
Este principio ha sido reconocido en marcos internacionales como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU) y en normativas nacionales, como las promovidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en México. Dichos documentos establecen que la accesibilidad universal es una condición previa para que todas las personas, incluidas aquellas en situación de discapacidad, puedan vivir de forma independiente y participar plenamente en la sociedad.
Las ciudades son espacios dinámicos donde trabajamos, estudiamos, nos movemos, nos relacionamos y accedemos a servicios esenciales. Para que sean realmente inclusivas, es necesario que la accesibilidad universal se contemple en todas sus dimensiones: física, digital, comunicativa, social y cultural.
1 Real Academia Española. (s.f.). Accesibilidad universal. Diccionario panhispánico del español jurídico. Recuperado el [fecha de consulta], de https://dpej.rae.es/lema/accesibilidad-universal.
Ejemplos de acciones para garantizar la accesibilidad universal en las ciudades
Garantizar la accesibilidad universal en los entornos urbanos es una tarea conjunta que involucra a gobiernos, instituciones públicas y privadas, organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía. Algunas de las acciones clave para avanzar en este derecho incluyen:
- Transporte público accesible: Implementación de sistemas integrales de transporte con infraestructura adecuada y ajustes técnicos para todas las personas.
- Espacios públicos incluyentes: Infraestructura peatonal y ciclista segura, con cruces accesibles en lugar de puentes antipeatonales.
- Edificios y equipamientos accesibles: Hospitales, escuelas, unidades deportivas, parques y mercados diseñados bajo criterios de accesibilidad universal.
- Normativas y regulaciones urbanas: Implementación de políticas que aseguren la reducción de barreras físicas, tecnológicas y sociales en los entornos urbanos.
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Repensar la ciudad desde la accesibilidad universal
Jane Jacobs afirmaba que “Las grandes ciudades tienen problemas en abundancia, pues tienen gente en abundancia (…) Las ciudades vivas poseen maravillosas capacidades innatas para comprender, comunicar, idear e inventar lo necesario para combatir sus dificultades” 2 (Jacobs, 1967, p.487).
Las ciudades están vivas, ya no somos la misma sociedad de hace un par de décadas, nos hemos dado cuenta de la importancia de co-crear entornos urbanos más humanos y soluciones que requieren abordajes profundos y específicos ante problemas estructurales y sistémicos que han surgido a través de los años.
La participación y la colaboración se vuelve clave para la resolución de problemas complejos, porque para pensar en toda la ciudadanía, es importante hablar de accesibilidad universal, no sólo como concepto sino como una práctica que nos invita a repensar las ciudades y la forma en la que vivimos en ellas; eso también es derecho a la ciudad.
2 Jacobs, J. (1961/2011). Muerte y vida de las grandes ciudades (Á. Abad, Trad.; Z. Muxí, Ed.). Capitán Swing.
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