La bicicleta como medio para enfrentar situaciones adversas

Olaf Dickinson Galicia

Andar en bici es liberador,  generalmente mejora el estado de ánimo, fortalece el cuerpo, el corazón y la mente, hay pruebas y cero dudas. Rodamos porque es divertido, porque nos acerca a nuestros destinos, por el viento en nuestra cara y el latir del corazón,  o sólo porque nos gusta o simplemente porque nos lleva de un lugar a otro.

Los ciclistas no somos superhumanos ni estamos siempre en estado zen, tampoco somos santos, nos equivocamos, nos enojamos, vaya, no estamos exentos de ser humanos. Pero cuando las cosas se ponen feas y urge moverse porque tembló y la ciudad está paralizada o cuando hay que recoger cosas en muchos lugares y llevarlas a un centro de acopio algunos elegimos la bici: ¿por qué?

– porque es ágil

– porque podemos cargar un montón

– porque el dolor y el miedo se desvanecen un poco con cada pedaleada

– porque nada nos detiene, ni distancia, ni peso, ni la lluvia ni la noche

“Saliendo de la oficina, después del temblor, vi los coches parados y la gente bajándose del transporte público, caminando como zombis y yo en mi bici me sentí un poco más segura pero también con miedo porque yo me movía más rápido que ellos» AO Ciclista.

«Tomé el auto y subí mi bici, sabía que no podría llegar en auto a mi destino, estacioné el auto en una tienda de conveniencia, bajé la bici y llegué a la prepa de mi hija en bici, después fui al Rébsamen a ayudar en las labores de rescate, en la mañana del 20 de septiembre, tomé mi bici, fui a mi coche y regresé a casa con las muñecas lastimadas y piedras en el cabelloAO Ciclista.

«A dónde nadie iba en Xochimilco nosotros llegamos» Ciclista Anónimo.

«Me bajé del transporte público y caminé más de tres horas para llegar a casa” Usuario de T Público Anónimo.

Por favor, no se confundan, no se trata de mover todo con bici, se trata de que usted, en un momento de crisis piense en el mejor vehículo para moverse y mover cosas en una ciudad que probablemente esté colapsada o parcialmente colapsada.

Cuando los recursos disminuyen, irremediablemente, tanto la autoridad como la población civil priorizan, quienes están en las calles lo hacen por necesidad:

– Menos autos significa que los servicios de emergencia se pueden mover más rápido

– Menos autos en las calles significa que la gasolina se puede destinar a los vehículos de emergencia y servicios esenciales

– Menos ruido alrededor de edificios colapsados significa que los servicios de rescate pueden realizar mejor su trabajo

Más bicis en las calles significa que la gente se está moviendo a sus trabajos, a sus casas, sin ruido, sin contaminar, sin usar más combustible que la comida del día (bueno, un poco más). Mover estratégicamente mercancía, herramientas, víveres, personal en distancias cortas (10 km) se hace de manera eficiente, rápida, prácticamente cero costo cuando se hace en bici.

¿Entonces la bici para todo y para cualquier emergencia? No, por supuesto que no, cuando todo está inundando en la costa ni la bici es el mejor vehículo para moverse (pero si le ponemos flotadores… algún día, algún día) pero les dejo una bici en sus cabezas para que recuerden que ese  “juguete”, eso que algunos todavía condenan para sólo moverse en los parques, es el vehículo que podrá ayudar cuando todo esté paralizado, cuando el transporte público esté colapsado, cuando las calles estén saturadas de autos, cuando la oscuridad caiga sobre la ciudad.

Cuando vuelva a temblar (y en la Ciudad de México volverá a temblar) procure tener a la mano (y en la cabeza) una bici.

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