En la mayor parte de México, al igual que en gran cantidad de ciudades de Latinoamérica y el Caribe, nos ubicamos en localidades donde el calor es parte de la vida diaria, y particularmente en regiones cercanas a las costas, a los trópicos, en baja altitud o en regiones de climas áridos aprendemos a vivir con altas temperaturas, especialmente en el espacio público.
Asimismo, aunque en los espacios públicos no se tenga una aclimatación artificial, en muchos lugares dependemos del acondicionamiento de aire para sobrellevar de manera más confortable nuestro día a día, tanto en casa como en la escuela, el trabajo, los comercios e incluso en el transporte público o privado.
El uso de equipos mecánicos de climatización, la utilización de vehículos de combustión y otros mecanismos que generan calor, además de lo causado por la crisis climática, incrementan el efecto isla de calor urbano, en el que el calor ambiental es retenido al interior de las zonas más urbanizadas debido a una numerosa superficie que se ha impermeabilizado por la construcción tanto de edificios como de calles.
Ante esto, existen diversas acciones que podemos realizar en diferentes niveles, tanto desde entidades de gobierno, como por instituciones, profesionistas de la construcción y sociedad civil.
Como parte de la solución tenemos que pensar que el diseño urbano debe ser considerando el calor, incorporando el análisis de asoleamiento y proyección de sombra, especialmente en el diseño e instalación de mobiliario urbano como parabuses, estaciones de transporte público, bancas, zonas de estar y banquetas.
Cuando se diseña apropiadamente pensando en la temperatura, la proyección de sombra y las orientaciones, es posible crear espacios públicos confortables, siendo, además, de vital importancia que estos tengan,los elementos requeridos para dotar de accesibilidad universal a la población. Con esto es posible generar un microclima, donde se reduzca la temperatura del aire cerca de 10 grados Celsius, así como la disminución del calor en otras superficies de cerca de 20 grados Celsius.
Además del diseño para espacios públicos puntuales, como las paradas de transporte público, para espacios lineales como banquetas y ciclovías se puede hacer uso de estrategias esenciales: la incorporación de infraestructura verde en el diseño de calles. La infraestructura verde no se refiere únicamente al uso de vegetación, sino también a técnicas para el aprovechamiento de agua pluvial para el riego de áreas verdes, así como la recarga de mantos acuíferos.
Entre estas técnicas se encuentran opciones que pueden ser utilizadas en banquetas, camellones e incluso como elemento segregador de ciclovías, en donde este espacio de infraestructura verde, además de proteger a la ciclovía y la banqueta mediante una separación física, permite a la vegetación proveer de sombra a ciclistas y peatones.
Como lectura recomendada se encuentra el Manual de Lineamientos de Diseño de Infraestructura Verde para Municipios Mexicanos, elaborado por el IMPLAN Hermosillo, en el que presentan de manera detallada, tanto de manera textual como gráfica, las diversas técnicas de infraestructura verde que pueden ser aplicadas en las ciudades mexicanas para crear un mejor ambiente construido al interior de las urbes. Puedes consultarlo en el siguiente enlace: https://www.implanhermosillo.gob.mx/wp-content/uploads/2019/06/Manual_IV3.pdf o encontrarlo dentro de la página de IMPLAN Hermosillo.
Para mayor información también puedes consultar el webinario “Movilidad Sostenible a 40°C” donde abordamos algunos elementos esenciales para lograr un diseño del espacio público considerando la mitigación del calor. ¡Impulsemos más ciudades humanas!
Hugo Moreno Freydig (@arqhugo) es arquitecto, Maestro en Ciencias Ambientales y activista por la movilidad sostenible, accesibilidad universal y seguridad vial. Cofundador del despacho de arquitectura y urbanismo: UrbanDot.mx